jueves, 15 de mayo de 2008

LAURA FRANCO



HISTORIA

Terpel nació en 1968, como solución para afrontar el desabastecimiento de gasolina en Santander, departamento de Colombia. En ese momento se creó la empresa Terpel Bucaramanga con 20 estaciones de servicio afiliadas, iniciativa que años más tarde se expandió a escala nacional, con el nacimiento de seis ' terpeles" más en diferentes regiones colombianas.

De esta manera, comenzó a afianzar su reto: ser la distribuidora de combustibles reconocida por su cercanía con el cliente, con una importante presencia regional.

En el 2001, los principales accionistas de los "terpeles", integraron las siete empresas regionales existentes y constituyeron la Organización Terpel, la cual se consolidó en el año 2004. El objetivo de esta iniciativa se centró en lograr unidad en la dirección estratégica del negocio, estabilidad administrativa, generar sinergias para los clientes y potenciar la marca para competir adecuadamente en un mercado cada vez más exigente tanto a nivel nacional como internacional.

Nueva imagen Terpel

La Comisión Negociadora Trabajadores de Terpel

Desafortunadamente en nuestra nación, es el lugar del mundo donde mayormente se violan los Derechos Humanos de los Trabajadores y se asesina por ejercer la actividad sindical, al punto que ya existen condenas contra empresas por financiar grupos al margen de la ley (Paramilitares), por asesinar dirigentes y negar los derechos Constitucionales de Sindicalización, de representación y Negociación Colectiva.

Por esta razón, encontrar trabajadores que por encima de tanta represión y amenaza, se dispongan al ejercicio democrático del derecho de organización, amen de ser un derecho que debe garantizar el estado y sus gobernantes, es un acto plausible; fue así, como un puñado de trabajadores en ciudades como: Bucaramanga, Bogota, Ibagué y Neiva inicialmente, tomaron la decisión de engrosar las filas de la Unión Sindical Obrera de la Industria del Petróleo, en defensa de sus derechos y por el fortalecimiento de la Empresa, y la arremetida no se hizo esperar; despidos, amenazas, discriminación y paralelismo con la implementación de un pacto colectivo unilateral y obligado bajo presión contra el personal no sindicalizado, pero lo peor, paralelo a la presentación de un pliego de peticiones como derecho constitucional y al amparo de Convenios Internacionales OIT (Nos. 87, 98 y 154 - Art. 2º de 1981 y la recomendación 163/81, entre otros), a la negociación colectiva, con el único propósito de cercenar el derecho a la negociación e imponer la política de acabar las libertades democráticas, por la vía de apoyar la implementación de un gobierno autoritario y belicista, que entrego al capital privado armas como: la seguridad democrática (protección del capital), el estado comunitario (practica del unanimismo, la no existencia de contradicciones y obligatoriedad en cumplir el pensamiento del soberano), el País de propietarios (esconder las relaciones laborales), Un gobierno sin partidos (Prevé la existencia de una sola corriente de pensamiento del “Mesías Uribe”), la guerra al terrorismo (pretexto para la violación de los Derechos Humanos de la población civil), la revolución educativa (Privatización del aprender a pensar), y la reforma estructural (Eliminar de la constitución lo positivo).

Terpel, clara violadora del derecho de sindicalización y negociación, en tres ocasiones anteriores aniquilando la Organización de los Trabajadores, al punto que hace Veinte (20) años, se firmo y existió Convención Colectiva, que prestamente desconoció, pero algunas de esas garantías perduraron hasta hace escasos seis años y hoy los trabajadores organizados se disponen a restituir esas garantías, que en su gran mayoría son sobre aspectos legales y normativos, requeridos para evitar los desmanes administrativos, pero, la Organización Terpel de hoy, respeta la organización sindical solo en cartas y en el discurso de terceros, que fue lo que contrato para negociar; de manera directa se niega a interlocutar con el sindicato, Solicitamos del Gobierno Nacional, la Organización Internacional del Trabajo, Las Organizaciones Sindicales, Sociales, Políticas y Defensoras de Derechos Humanos en Colombia y el Mundo así como a las Organizaciones de trabajadores de Empresas que comercian con Terpel o son subsidiarias, llamamos a los Trabajadores de PROMIGAS, (empresa esta accionista mayoritaria) y acudimos a su hermandad de clase; el llamamiento es general a exigir el Respeto por la libertad sindical y de negociación, El derecho al Trabajo y a condiciones de vida dignas.



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